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Figura 1.
Figura 1. Daño en ramas de árboles causado por la oviposición (puesta de huevecillos) de la cigarra periódica.
Figura 2.
Figura 2. Adultos de cigarra periódica.
Figura 3.
Figura 3. Ninfas de cigarras justo después de su emergencia del suelo.

Cooperative Extension Fact Sheet FS220SP

Las Cigarras Periódicas: ''Las Langostas de Cada 17 Años''

  • George Hamilton, Extensionista Especialista en Manejo de Plagas, Universidad de Rutgers
  • Traducido por: Raúl I. Cabrera, Extensionista Especialista en Cultivos de Vivero, Universidad de Rutgers

Ningún otro insecto causas tanta curiosidad y asombro como lo hacen las cigarras periódicas. Su repentina aparición a finales de Mayo o principios de Junio es dramática y usualmente ruidosa cuando los machos producen un rechinante zumbido o runruneo que parece ser incesante. Usualmente este "coro" comienza al amanecer y continúa sin interrupción hasta el anochecer. En las áreas donde se dan poblaciones muy altas de estos insectos, el ruido que generan puede ser ensordecedor. Los insectos se aparean a una semana de su emergencia, y las hembras comienzan a ovipositar (poner sus huevos) dentro de 1 a 3 días después.

Después de 6 o 7 semanas eclosionan (brotan) los huevecillos depositados por las cigarras hembras en ramas y brotes de árboles, y su progenie (llamadas ninfas) caen al suelo, en donde se entierran, y permanecen allí por los siguientes 17 años. Afortunadamente las cigarras no son especialmente dañinas pues casi no se alimentan como adultos, y no causan daños al follaje como lo hacen los gusanos de la palomilla gitana. Sin embargo, las cigarras hembras dañan a los árboles cuando usan su aparato ovipositor para insertar sus huevecillos en las ramas. Este proceso causa que estas ramas mueran desde el sitio donde depositaron los huevecillos hasta la punta de esas ramas (tal vez unos 30 cm, Figura 1). Las hojas en esa sección de las ramas se secan (tornándose color café), y la rama generalmente se desprende o cuelga desde el punto de inserción de los huevecillos. En la mayoría de los casos esta pérdida de las puntas de las ramas es equivalente a una "poda natural."

Descripción y Ciclo de Vida

Una cigarra adulta tiene una longitud de unos 4 centímetros. La mayor parte de sus cuerpos son oscuros y sus patas y ojos son rojizos. Algunas de las redecillas en sus casi transparentes alas son de color naranja (Figura 2).

Usando las filosas hojas de un aparato ovipositor (ponedor de huevecillos) curvo, en forma de sierra, al final de su abdomen, la cigarra hembra perfora la corteza de la rama y hace una cavidad en la madera. En esta cavidad ella deposita de 24 a 28 huevecillos en dos hileras. Después la hembra se mueve un poco hacia adelante, hace otra cavidad y deposita más huevecillos. Este proceso continúa hasta que de 5 a 20 cavidades se han hecho en la rama, las cuales están posicionadas muy cerca entre sí en una hilera (línea recta). Algunas veces estas hileras forman una hendedura continua de 5 a 8 centímetros de largo. Moviéndose de una rama a otra, las hembras depositan un total de 400 a 600 huevecillos. De 70 a 80 especies de árboles, arbustos y plantas herbáceas son comúnmente usadas por las cigarras para poner huevecillos. Algunas de las especies preferidas por las cigarras hembras son robles, nogal americano, manzanos, duraznos y viñedos.

Cuando las ninfas eclosionan (nacen o salen) de los huevecillos, estas caen al suelo, excavando hasta una profundidad de 45 a 60 centímetros en áreas forestadas o boscosas. En huertos de manzanos ellas pueden alimentarse de 5 a 45 centímetros por debajo de la superficie del suelo. Hasta 1,120 ninfas de cigarra por metro cuadrado de suelo se han encontrado debajo de árboles de manzano. Un deterioro severo en el vigor de estos árboles ocurre a veces en huertos viejos en donde existen poblaciones altas de cigarras.

Las ninfas alcanzan su máximo desarrollo al séptimo u octavo año, pero continúan alimentándose y desarrollándose hasta la primavera del año 17. Algunas semanas antes de emerger del suelo, las ninfas comienzan a excavar hacia la superficie. Cuando sus túneles están a unos 2 o 3 centímetros de la superficie se detienen, y esperan el tiempo o temperatura adecuada para continuar.

Bajo ciertas condiciones, las ninfas de las cigarras construyen pequeños conos o "chimeneas" de tierra sobre la superficie del suelo varias semanas antes de su emergencia. Estos conos pueden sobresalir de 5 a 8 centímetros sobre la superficie, y pueden tener un diámetro de 2.5 a 5 centímetros. Si las ninfas no construyen un cono, es común ver el hoyo que hacen un par de semanas antes de su emergencia. Este hoyo tiene un diámetro aproximado de 1.5 centímetros, extendiéndose por debajo de la superficie. En algunas áreas, especialmente bajo árboles, estos hoyos pueden ser muy numerosos.

Cuando la noche apropiada se llega, las ninfas salen del suelo en grandes números y caminan hacia objetos erguidos, siendo los árboles los objetivos ideales. Si no encuentran un árbol cerca, una hoja de pasto, un poste de servicios públicos o de una cerca, u otro objeto similar será adecuado (Figura 3). Cada ninfa se posiciona firmemente del árbol u objeto, raja su exoesqueleto (o piel) de ninfa en la mitad de su espalda, y sale de esta (Figura 4). Esta transformación se completa en una hora o menos. Este adulto que recién emerge es suave y de color blanco. Al irse endureciendo su piel, ésta se oscurece. En un par de horas la cigarra madura completamente, y después de aparearse y poner huevecillos el ciclo se vuelve a repetir.

Figure 4.

Figura 4. Cigarra adulta recién salida del suelo.

Detalles Interesantes

Para propósitos de referencia, las generaciones (o progenies) de cigarras emergentes se han designado con números romanos, donde los números del I hasta el XVII son asignados a las generaciones y especies de 17 años. Estos números se asignan como si cada generación fuera a emerger cada año consecutivo. Este sistema de numeración comenzó en con la progenie de 1893 (Generación I). La de 1894 fue la Generación II, y así sucesivamente. Las especies de cigarras de 13 años, encontradas en los estados del sur de los Estados Unidos, son numeradas del XVIII hasta el XXX. Los hábitats de todas estas especies de cigarras se traslapan, y pueden existir algunos vacíos o separaciones en generaciones de 17 y 13 años.

Cuatro de las 17 posibles generaciones de 17 años se le conoce como "dudosas," "sin importancia," y "casi extintas." Generalmente la sobrevivencia de una generación depende de la sobrevivencia de su hábitat. Los bosques, parques, residencias y áreas que no han sido perturbadas por labores de construcción (o por remoción de suelos o árboles) usualmente mantienen sus poblaciones de cigarras periódicas. Sin embargo, la densidad de población de las cigarras puede variar de una emergencia a otra. La Generación II y la Generación X son las más grandes encontradas en Nueva Jersey, con su ocurrencia listad en el Cuadro 1. Las áreas afectadas pueden ser determinadas al revisar los historiales en periódicos almacenados en bibliotecas locales, o preguntándole a personas que vivieron en esas áreas en esos años.

Muchas supersticiones interesantes se han desarrollado debido a la espectacular emergencia de cigarras periódicas. Los Nativo Americanos percibían la aparición periódica de las cigarras como algo que significaba el mal. Los primeros colonos norteamericanos nunca habían visto las cigarras periódicas, así que cuando estas aparecían súbitamente por millones, ellos pensaban que eran una "plaga bíblica de langostas", y de allí viene el sobrenombre de "las langostas de cada 17 años."

Manejo

Las aplicaciones de insecticidas generalmente no son efectivas, ni recomendadas, porque las cigarras salen todos los días durante el ciclo de emergencia, y pueden volar distancias de hasta 800 metros. La excepción a esto serían aplicaciones de productos químicos en cultivos comerciales de vivero para proteger a especies de plantas y árboles susceptibles. En áreas residenciales donde las cigarras han sido previamente muy abundantes, se sugiere posponer el trasplante de arbustos y árboles jóvenes de la primavera hasta el otoño. Los arbustos y árboles pequeños se pueden proteger cubriéndolos con mantas de tejido abierto. Estas mantas deben de instalarse al observarse la primera aparición de las cigarras, y deben de mantenerse sobre las plantas por un período de unas cinco semanas.

Cuadro 1. Calendario de emergencia de generaciones significativas de cigarras periódicas en Nueva Jersey.
GENERACIÓN II GENERACIÓN X
2013 2021
2030 2038
2047 2055
2064 2072

Foto a la izquierda: Daño en ramas de árboles causado por la oviposición (puesta de huevecillos) de la cigarra periódica.
Foto al centro: Adultos de cigarra periódica.
Foto a la derecha: Ninfas de cigarras justo después de su emergencia del suelo.
Fotografías provistas por George Hamilton

August 2021